De sobra sabemos que los animales nos producen cierta sensación de bienestar cuando nos rodean. Es como si tuviésemos con ellos una conexión ancestral que consigue calmarnos en lo más profundo de nuestro ser y es por esta razón que los hospitales y las residencias de ancianos en Madrid como http://residenciaavenidasanluis.com han decidido introducir terapias con mascotas.
Y es que, hoy en día, hay terapias que han decidido usar a los animales como parte de ellas. Un ejemplo es la Intervención Asistida con Animales o IAA, en la que se incorporan animales como parte del tratamiento. En estas terapias, los profesionales tienen como objetivo fomentar la mejoría de las capacidades físicas, cognitivas, sociales y emocionales en este caso de los ancianos, aunque se pueden aplicar en muchas más disciplinas.
Siempre estarán dirigidas por profesionales de la salud especializados en ellas y estarán adaptadas a las necesidades de cada usuario. Las terapias contarán con objetivos específicos, y un equipo multidisciplinar de psicólogos, fisioterapeutas, etc.
Los animales que se suelen utilizar en estas terapias son perros y gatos en interior y caballos o delfines en áreas de exterior. Estos animales son elegidos por su empatía y facilidad para poder ser adiestrados para este propósito.
¿Cuales son los beneficios de la terapia con animales?
Se ha demostrado a lo largo de muchos estudios que las técnicas de la IAA en las residencias de mayores en Madrid aporta innumerables mejoras a nuestros ancianos. La presencia de mascotas se ha ido consolidando como un factor clave en la mejora del estado de ánimo de estos ancianos durante más de treinta años.
Una de las primeras cosas que pueden echar de menos en una residencia es el contacto físico con sus seres queridos. Si que es cierto que se encuentran acompañados en todo momento por otros mayores y el personal sanitario pero son, sobre todo al principio, personas desconocidas. El contacto físico con una mascota les ayuda, pues estas son cariñosas, se dejan abrazar, acariciar y ayudan en la reducción de la ansiedad y el estrés en general.
La televisión o la radio se convierte en ocasiones en uno de los pocos entretenimientos que tienen nuestros mayores y se trata de un estímulo muy pasivo que no les ayuda mentalmente. Una mascota les estimula la vista, el tacto, el olfato.
Es, además un facilitador social muy potente ya que hace que interactuemos en mayor medida cuando hay un animal de por medio. Al tener un estímulo nuevo en la residencia muchas personas se acercarán para ver la novedad y tendrán un tema en común del que hablar.
Son seres cariñosos a los que no les importará ni la edad, ni la salud que tengan nuestros mayores. Esto les estimulará positivamente, tanto emocionalmente al sentirse queridos como en la autoestima.
Qué decir de que una mascota es el mejor juguete que puedan tener, haciendo que se olviden de los problemas que les puedan afectar y se centren en el momento presente. Además de servir de risoterapia, ya que si hacen algo divertido provocará la risa de todos.
¿Y fuera de las residencias de ancianos en Madrid?
En resumen se trata de la misma técnica que utilizan las terapias. Un animal les aporta cariño durante todas las horas que estén en el hogar. Son una fuente de responsabilidad, en la que tienen que entrenar su memoria para darles de comer y bañarlos.
Son una razón de peso para salir a la calle y una gran ayuda para su autoestima ya que nuevamente sienten que un ser vivo depende de ellos. por lo cual tendrán una razón perfecta para seguir adelante y en buena forma.
Tener una mascota no es un gasto excesivo y contando con las grandes ventajas que aporta, tanto en terapia como de forma particular, podemos decir que se trata del mejor complemento vitamínico que nuestros ancianos necesitan.