Las luces del Norte siempre han sido el complemento colorido ideal para pintar el fondo blanco y frío de la nieve de Noruega. La magia que enmarca la postal de las auroras boreales es solo una de las sensaciones que mueve a miles de viajeros a esperar meses para poder verla. Pero también hay mucho más por descubrir debajo del cielo nórdico en las islas Svalbard.
Poco conocidas, a diferencia de la locación anterior, ofrecen espectaculares paisajes glaciares, osos polares y serenidad en el Círculo Polar Ártico. Este remoto lugar es el punto perfecto en tu mapa para tener una escapada. Así que ponte tus mejores botas para la nieve, saca todos los abrigos y las chaquetas del armario y reserva sencillamente tu Viaje a svalbard.
Aunque los terrenos planos y helados sean los paisajes más notorios que cubren su extensión, las experiencias más mágicas vienen con la luz de las estrellas. ¿Te imaginas poder vivir la experiencia de las noches polares? Esas que duran más de 24 horas de un día, se mantienen por varios meses y nos permiten apreciar la belleza del cielo nocturno. Sin ruidos, humo o luces de rascacielos de la ciudad, podrás escuchar las leyendas celtas y conocer la cultura nórdica.
Por el contrario, si vas en los meses de luz, la salida del sol anunciará el fin de la hibernación de los osos polares. En cientos de glaciares y montañas podrás deleitar tu vista con animales que no se ven comúnmente en zoológicos y que viven en su hábitat natural.

Expediciones y paseos helados con osos polares y estalactitas
El archipiélago de Svalbard tiene otras aventuras únicas si decides ponerte las raquetas y salir a recorrerlo. El itinerario de viaje no solo incluye observar la inmensidad de las auroras boreales y sentir las ondas magnéticas de la tierra. Puedes llegar al lugar de avistamiento montado en un tractor oruga.
Para explorar la majestuosidad de las formaciones heladas, podrás hacer excursiones a cuevas de hielo, las cuales dependiendo de la época del año te ofrecerán diferentes experiencias. Durante el verano las estalactitas se derriten y originan cuerpos de agua dentro de las profundidades, mientras que en invierno vuelven a congelarse en figuras de distintas formas.
En tus días de descanso, viaja a la capital Lonyearbyen y conoce un asentamiento humano lleno de mineros, científicos e investigadores. Porque esos fenómenos naturales dignos de fotografías son también fuente de curiosidad humana esperando a ser indagada. Una vez allí podrás realizar un paseo en trineo con perros al estilo de una película y disfrutar de un poco de adrenalina mientras te deslizas.
Al avistar el puerto tendrás la oportunidad de subir a bordo del Ortelius, un barco que navega en un mar de hielo. ¿Te imaginas ver por primera vez osos polares mientras navegas? Esta actividad es bastante popular y si hay un avistamiento de la fauna compuesta también por ballenas, morsas y focas, la embarcación se detendrá durante la expedición.
Otra vivencia para tus recuerdos será acercarte al territorio de los osos polares si aún no has visto a uno deambulando por la nieve. A una distancia segura puedes apreciar el modo de vida de la fauna polar en su máximo apogeo. Las largas distancias tampoco son un inconveniente, pues el senderismo en raquetas es una actividad cotidiana para los pobladores y bastante provechosa para los viajeros.
Al ser un destino visitado en temporadas, podrás encontrar vacantes cuando planifiques tu alojamiento. No obstante, la plataforma de Pangea te asesorará y concretará tu plan de viaje en hospedaje, comida, movilización y servicios adicionales. Prepárate para el frío, abrígate y sal de excursión a la tierra donde nace el invierno.