La suspensión del vehículo se encarga de ofrecerle estabilidad, al adaptarse a las irregularidades del terreno por donde circula; por ende, aporta seguridad vial no solo a los ocupantes del coche, sino también a los demás conductores. Es uno de los elementos que la industria automotriz continua desarrollando, para mejorar cada vez más sus prestaciones.
Tipos de suspensión
Es difícil concretar con exactitud cuántos modelos de suspensión hay, sin embargo, se pueden clasificar en tres tipos:
Suspensión rígida: es el sistema más básico que hay. En él los amortiguadores van atornillados a la barra transversal del puente, que es a donde se reciben las modificaciones que se transmiten a las suspensiones. Es uno de los sistemas que más utilizan los todoterrenos al recorrer caminos fuera del asfalto o subir pendientes de tierra. A través de él se logra elevar el 4×4 lo suficiente para que no sufra el chasis, aunque le juega en contra que no aporta demasiada estabilidad.
Suspensión semirígida: es bastante similar al sistema rígido, con la diferencia de que posee un brazo adicional que le permite disminuir las vibraciones e inclinaciones. Está conformado por muelles anclados a soportes articulados que se atornillan al diferencial y a la barra que atraviesa el puente. Es el más común en cualquiera de los coches básicos.
Suspensión independiente: es considerada como una de las mejores y es la que con mayor frecuencia traen los vehículos más nuevos. Existen varios modelos de este tipo de suspensión:
- Eje oscilante: requiere de dos muelles que se localizan en unas articulaciones que se enganchan al puente trasero. Su funcionamiento se simplifica, gracias a que el amortiguador se conecta al chasis y solo tiene un brazo de torsión que se acopla al puente. Así logra obtener mejor estabilidad.
- Brazos tirados: sus muelles se sitúan en los brazos del puente inferior, haciéndolos separarse más de lo habitual que en otros modelos. Es formidable para la conducción dentro de zonas urbanizadas.
- PcPherson: se utilizan con frecuencia en vehículos con puentes delanteros. Su estructura es muy sencilla, su amortiguación se sujeta al chasis atornillado directamente para evitar roturas.
- Triángulos superpuestos: su sistema tiene brazos y articulaciones superiores e inferiores, los cuales al estar en funcionamiento se deforman; por ello, también son conocidos como suspensión de paralelogramos deformables. Se consiguen mucho en coches de competición.
El desempeño de cada suspensión varía dependiendo del terreno en donde se le utilice. Lo más recomendable al momento de decidirse por alguna, es tener la opinión de un profesional. Una alternativa para conseguir variedad con poco presupuesto, es visitando https://www.piezasdesegundamano.es/, ya que disponen de repuestos para diversos tipos de vehículos, desde coches, hasta camiones.